El tomate, considerado una de las hortalizas más importantes del mundo debido a su relevancia económica y su valor como fuente de vitaminas, minerales y antioxidantes, se enfrenta a diversos problemas fitosanitarios que limitan su producción. Aunque los cultivos de tomate bajo cubierta ofrecen cierta protección al reducir la exposición a condiciones adversas y plagas, estas últimas pueden encontrar condiciones favorables para su desarrollo si logran ingresar al invernadero.

Para asegurar el éxito continuo de este cultivo, resulta crucial conocer y manejar oportunamente las plagas, tanto antes de que ingresen al invernadero como antes de que se establezcan en el cultivo. Para lograr esto, es necesario comprender la biología y el comportamiento de los principales artrópodos plaga, como las moscas blancas, Prodiplosis, el pasador del fruto de tomate, el cogollero del tomate y los ácaros. Con este conocimiento en mano, se pueden formular estrategias efectivas de monitoreo y manejo que permitan controlar estas plagas de manera más eficiente.